Mi todo, enciende en mí la llama que no cesa de anhelar santidad. Necesito volver mi rostro hacia tu mirada. Toma mi ser y llévalo hasta su interior, hasta allí donde tan sólo Tú has estado. LLévalo hasta donde duerme el primer amor... porque sólo es eso... tan sólo duerme. Que así sea.
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