Señor hoy te alabo con un cántico nuevo, confío mi vida a tus manos mi Dios. Mi alma se regocija de esperanza al escuchar las promesas de mi Creador, pues tu Palabra ha sido, es y será por siempre la única verdad. Tú me has dicho: “No temas”. Yo sé que a mi lado siempre estarás. Siento tu aliento de amor sobre mí llenando de vida y alegría las carencias de mi corazón. Oh mi Yaveh! Altísimo Padre amado! Con alabanza y adoración quiero tu grandeza exaltar! Proclamar que eres poderoso, generoso y real! Que tu nombre es grande, Santo! ¿A dónde habremos de hallar quien se asemeje a ti Señor, en amor y fidelidad?! Tú eres único, eres el principio y el final, eres dulce y glorioso… Tú eres mi Padre! Con corazón contrito me acerco a tu trono, buscando adorarte junto a tus Ángeles, buscando proclamar tu victoria junto a los santos y junto al coro celestial.
Aunque mi mundo esté hecho pedazos a tus pies encuentro el consuelo y las fuerzas que sólo Tú a mi alma le puedes dar, pues cuando miras mi corazón en tu Santo y glorioso Espíritu me haces descansar. Te amo, te amo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario