jueves, 25 de septiembre de 2008

No te dejaré de alabar.

Señor hoy te alabo con un cántico nuevo, confío mi vida a tus manos mi Dios. Mi alma se regocija de esperanza al escuchar las promesas de mi Creador, pues tu Palabra ha sido, es y será por siempre la única verdad. Tú me has dicho: “No temas”. Yo sé que a mi lado siempre estarás. Siento tu aliento de amor sobre mí llenando de vida y alegríaComprobar ortografía las carencias de mi corazón. Oh mi Yaveh! Altísimo Padre amado! Con alabanza y adoración quiero tu grandeza exaltar! Proclamar que eres poderoso, generoso y real! Que tu nombre es grande, Santo! ¿A dónde habremos de hallar quien se asemeje a ti Señor, en amor y fidelidad?! Tú eres único, eres el principio y el final, eres dulce y glorioso… Tú eres mi Padre! Con corazón contrito me acerco a tu trono, buscando adorarte junto a tus Ángeles, buscando proclamar tu victoria junto a los santos y junto al coro celestial.

Aunque mi mundo esté hecho pedazos a tus pies encuentro el consuelo y las fuerzas que sólo Tú a mi alma le puedes dar, pues cuando miras mi corazón en tu Santo y glorioso Espíritu me haces descansar. Te amo, te amo...

No hay comentarios:

Bendición.

"Que el Señor te bendiga y te proteja... Que Él te mire con amor y te conceda la paz." Números 6, 24-26.