jueves, 30 de abril de 2009

Una voz en el desierto (mi sí a la vida).

Paz a sus corazones amados: quiero compartir con todos ustedes mi aporte al proceso de la discusión del artículo 30, el cual fue asumido por un Asambleista. El documento que redacté fue leído en la reunión de la Asamblea Revisora en la que se aprobó el artículo de la Constitución que establece la inviolabilidad de la vida desde la concepción. Dios les bendiga.


Una voz en el desierto (mi sí a la vida).


Ningún hombre ni ninguna mujer tienen el derecho a decidir si una criatura indefensa debe o no tener la misma oportunidad que ellos si han tenido de vivir. Nadie es dueño de la vida de nadie, pues el único capaz de dar la vida es Dios. ¿En que etapa de la formación del individuo es que este adquiere dignidad? ¿Es que acaso hay categorías de personas? ¿Seres humanos de primera y segunda clase?

La Sociedad de Ginecólogos y los Legisladores que apoyan la propuesta de modificar el artículo 30 del Anteproyecto de la Reforma Constitucional, para que se pueda interrumpir el embarazo cuando la vida de la mujer se vea en peligro no han pensado en la vida del ser humano que esta lleva en su vientre. Sólo se han enfocado en los derechos de la madre… quedando a un lado los derechos del hijo. ¿Están anteponiendo pues los derechos de un ser humano ante los derechos de otro ser humano?

Ellos dicen que no están a favor del aborto[1], que sólo abogan por la interrupción del embarazo… pero de acuerdo a la Vigésima Segunda Edición Diccionario de la Real Lengua Española, el aborto es la “interrupción del embarazo por causas naturales o deliberadamente provocadas.” Entonces, ¿estamos o no frente a una postura en aras de fomentar, defender y legislar a favor del aborto?

Dice la Palabra de Dios que Él es nuestro Creador, que nos cuidó antes de que naciéramos (Isaías 44:2); desde antes de estar en el vientre de nuestras madres ya el Señor nos conocía, Él fue quién nos formó, quien nos pensó, quien nos ideó. Nos conoce por dentro y por fuera. Sabe como fuimos hechos, parte por parte, como fuimos esculpidos: “Porque tú mis riñones has formado, me has tejido en el vientre de mi madre; yo te doy gracias por tantas maravillas: prodigio soy, prodigios son tus obras. Mi alma conocías cabalmente, y mis huesos no se te ocultaban, cuando yo era formado en lo secreto, tejido en las honduras de la tierra. Mi embrión tus ojos lo veían; en tu libro están inscritos todos los días que han sido señalados, sin que aún exista uno sólo de ellos” (Salmo 139:16 y siguientes). Abortar es matar.

¿Quiénes somos nosotros para interrumpir la maravillosa obra de Dios? ¿Quiénes somos nosotros para negarle a un embrión llegar a ser lo que somos nosotros hoy, personas que tenemos voz para defendernos de nuestros detractores, que podemos luchar contra nuestros enemigos y que podemos exigir nuestros derechos? ¿Quiénes legislan por esas personas, por esos seres humanos que no se pueden defender, por aquellos que están vivos pero que aún no han nacido? ¿Dónde están los galenos que anhelan (partiendo de su vocación) salvarle la vida a este también ser humano al igual que la mujer embarazada? ¿Acaso no corre peligro la también valiosa vida de esta persona a la que se trata de ajusticiar? ¿El que voluntariamente mata a otro se hace reo de homicidio?... no hay duda de que el aborto, que es lo mismo que la interrupción del embarazo, es un crimen, y lo peor de todo, es que ocurre en la etapa más delicada e indefensa del ser humano. Por cierto, ¿cuál es la diferencia entre matar a un ser humano que aún no ha nacido y a un ser humano de 3, 15, o 30 años? ¿Que al primero no lo hemos visto cara a cara ni tocado y a los otros sí?

Citando a Albert Einstein, Dios no juega a los dados. No juguemos pues tampoco nosotros. Dios es Dios y nosotros sus criaturas. No podemos disponer de la vida de nadie, no nos corresponde ese “derecho” que algunos creen detentar. Un ser humano en el vientre de una mujer no es otra parte de su cuerpo, citando un ejemplo: una costilla o un pulmón; es una vida totalmente independiente a la de ella. Un ser humano igual que ella, con el mismo derecho a la vida.

Algunos opinan y defienden el hecho de que el embarazo pueda ser interrumpido en mujeres que han sido violadas. ¿Ojo por ojo y diente por diente? ¿Un crimen se paga con otro crimen? ¿Cuál es el grado de culpa que el ser humano fruto de esa violenta y lamentable relación detenta? ¿Por qué tiene que pagar por algo que sucedió antes de que él estuviese en el vientre de su madre…? Si bien es cierto que es entendible que a una mujer bajo esas circunstancias no se le puede obligar a alegrarse o hasta querer hacerse cargo de ese hijo o hija (porque no deja de ser su hijo y su hija), no menos cierto es que a ese niño o niña por nacer se le tenga que obligar a morir.

Esto no es cuestión de religión, ni de moral, esto es cuestión de ser coherentes en todo momento, de que si el derecho a la vida es un derecho inherente del ser humano, esto deba sostenerse y preservarse en todo momento, en toda circunstancia, este en peligro quien esté en peligro. Esto es cuestión de que las mujeres son canales para traer al mundo nuevas criaturas, no que pueden disponer de esos pequeños y pequeñas indefensos a su antojo.

Dios tiene nuestras vidas en sus manos. Desde la eternidad ha tenido planes y propósitos para nuestras vidas, Él ha derramado su Espíritu de vida sobre cada uno de nosotros, sin distinción. Para aquellos que no se han enterado, sepan que Jesús murió en la cruz por todos nosotros, sin excepción de personas; por los que estaban vivos en aquél entonces y por los que todavía no habíamos nacidos.

República Dominicana es signataria de varios tratados y convenciones internacionales que van en Pro de la vida. Entre los cuales podríamos citar la “Convención sobre los Derechos del Niño”, en donde nuestro país se ha obligado, entre otras cosas, a reconocer que todo niño tiene el derecho intrínseco a la vida y que garantizará (el país) en la máxima medida de lo posible la supervivencia y el desarrollo del niño[2], así como también la “Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto San José)”, en donde de igual forma, a respetar y a hacer que se respete el derecho de todas las personas, derecho que estará protegido por la ley, y en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente[3].

Quisiera terminar este breve escrito con una frase del Papa Juan Pablo II que he abanderado a la hora de luchar por aquellos hombres y mujeres del mañana que no pueden hacerlo por ellos mismos porque todavía no han nacido y que no han encontrado en sus más cercanos (en los primeros que deberían defenderles –papá y mamá-) y en aquellos instrumentos de Dios para ayudar a su madre a traerlos al mundo, el sí a su derecho de vivir: “la vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida.”

Que Dios tenga misericordia y piedad por aquellos que ensucian sus manos derramando sangre inocente.

Licda. Selene Mayrelin Mota Ruiz.
19 de abril de 2009.


[1] Cito: “No estamos a favor del aborto. Nadie quiere un aborto. No queremos que las mujeres tengan que tomar esta decisión extrema. El aborto es siempre un fracaso, un fracaso del sistema de educación, del sistema de salud, de las políticas de planificación familiar, del sistema de seguridad, un fracaso del Estado.” Tomado de la Propuesta para modificar el artículo 30 del Proyecto de la Reforma Constitucional, enviada a los Diputados y Diputadas del Congreso Nacional en fecha 16 de abril de 2009, por la Sociedad Dominicana de Obstetricia y Ginecología (SDOG) y compartes.
[2] Artículo 6, párrafos 1 y 2.
[3] Artículo 4, párrafo 1.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con lo que dicen... una criatura no tiene la culpa de ser concebido, en un caso de esto porque no lo entregan en adopción o lo entregan al ICBF, es preferible eso a que acaben con la vida de un ángel de Dios que su único pecado fue venir a este mundo... Por Dios que pasa por la cabeza de una madre que comete un acto tan atroz.... usted mamá no tuvo derecho a nacer, sus padres no le dieron la oportunidad??? entonces por que se la niega a ese bebe que es suyo, porque el se concibe, se forma y se cria en su propio cuerpo... Donde estan los valores y el Temor a Dios... ???

Bendición.

"Que el Señor te bendiga y te proteja... Que Él te mire con amor y te conceda la paz." Números 6, 24-26.