lunes, 11 de agosto de 2008

Tocó a mi puerta.


Un humilde carpintero tocó una noche a mi puerta
trayendo a mi vida la paz verdadera.

Como susurro dulce a mis oídos llegaron sus tiernas palabras
y mi corazón adolorido a sus pies buscaron morada.

Él con su mirada compasiva me revistió de su misericordia
mientras yo lloraba desconsolada reconociéndome pecadora.

Él, sin preguntarme, me brindó su consuelo y me mostró
las llagas que mis pecados le produjeron.

Le pregunté ¿Cómo pudiste padecer todo este dolor?
Si soy pecadora ¿Cómo es que diste tu vida por mí?
"Tan sólo por amor", contestó, "Tan sólo por amor".
Esas palabras quedaron grabadas en mi corazón...

4 comentarios:

Unknown dijo...

Bastante hermoso todo lo que estas viviendo Honey. Estoy muy feliz por ti.
T.Q.M.
Daniel Torres

Anónimo dijo...

Todo es hermoso, distinto al lado de Jesús... Él es el amor.
Gracias por alegrarte por mí; yo también te quiero mucho Dani y recuerda que en mí tienes una amiga.
Paz y bendición.

RINA dijo...

Hermoso...De tu corazón al corazón de DIOS...

Bendiciones en Cristo...

Selene Mota dijo...

Bendiciones para ti hermana; toda la gloria sea dada a nuestro Dios que siempre es fiel y nunca se cansa de llamar!

Bendición.

"Que el Señor te bendiga y te proteja... Que Él te mire con amor y te conceda la paz." Números 6, 24-26.