viernes, 12 de septiembre de 2008

Ante Jesús, todo es nada.

Anoche estuve presente en la adoración al Santísimo que tuvo lugar en el Grupo de Oración Rebaño Joven de la Casa de la Anunciación.

En honor a la verdad, no estaba muy animada para ir al Grupo ayer, de hecho, ni siquiera creo que lo había contemplado, pero los planes del Señor no siempre son los nuestros. Yo tenía mucho tiempo por llamar a una señora y por x o y razón no lo había hecho; el caso es que justamente ayer la llamé y ya casi cuando estábamos cerrando el teléfono ella me dijo que para esa misma noche la habían invitado a una adoración que iba a tener lugar en Rebaño pero que ella no podía ir porque tenía otros compromisos. Entonces, de esa manera fue que me enteré que en la Casa iba haber adoración.

Pues eso se quedó en mi mente y en mi corazón la tarde entera. De repente y sin pensarlo le dihe a mi mamá que iba ir al grupo después de que llegara a mi casa. Me entró un poquito de pereza, eso si, pero dije no, yo voy a ir al grupo.

Últimamente me he sentido muy cargada, en prueba, o como yo digo “con todo los frentes abiertos”, entonces, como se imaginarán, había pensado contarle a Jesús toda la situación (o mejor dicho: las situaciones). Pues entró Jesús Eucaristía y yo de sólida a líquida full, sentía que estaba delante de su trono, tan sólo lo miraba mientras Él me miraba… me puse boba boba.

Yo quería alabarle, hablarle… pero no pude, tan sólo lo miraba, de esa forma mi alma se deleitaba en su presencia. Ante esa situación le pedí que mi mirada sea mi alabanza y mi adoración hacia Él. En varias ocasiones intentaba (de verdad que lo intenté) contarle de mí, de lo que me está pasando, pero yo sentía como un gozo dentro de mi ser, tanto así que bendito sea Dios! Comencé a reírme de mis problemas! Sentía como se iban mis cargas, que no había de que preocuparme estando frente a Él... de mis labios solamente brotaba la palabra gracias, gracias, gracias, gracias Jesús!

Aunque mi mente me decía dile lo que está pasando, cuéntale! Mi corazón, mi espíritu y mi alma se entregaban cada vez que yo decía gracias Jesús. Ahí fue cuando me di cuenta de cuan dichosa soy… así fue que me di cuenta que Jesús es más grande que mis problemas, que mis pruebas… que todo se desvanece ante Jesús, que ante Él todo es nada. Tanto así es verdad, que ya mi mente estaba en lo más profundo de su corazón y toda yo me ofrendaba a Él en adoración.

Y si, los problemas siguen, las tribulaciones están ahí, las pruebas continúan… pero Jesús Eucaristía me recordó anoche que mi deleite y mi paz están en adorarle, que todo está bajo su control y que Él es más grande que todo, que aunque la barca esté por hundirse Él está dentro de ella y que el viento le obedece a Él, porque está como todo lo demás, bajo su dominio… En ese espacio en el que tan sólo éramos El y yo, mi actitud cambió, no me fui cómo llegué. No me fui sin problemas, pero me fui con paz y serenidad, no me fui sin tribulaciones, pero me fui con esperanza y gozo, no me fui con todas las respuestas a mis preguntas, pero me fui fortalecida, animada y en victoria… y lo más importante… “abombada” (que palabra ni más fea jijjijiji) de su AMOOOOR!!♥!!!... Jesús Eucaristía es real, visítalo! Adórale! Acompáñalo a llenarte de Él...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Sabes? Cada vez que veo cómo te expresas de nuestro Papá, siento que quiero más de Él... y la noche de anoche en vedad fue tremenda!! A veces nos gusta acomodarnos mucho, pero ante la alabanza y la presencia de nuestro "Panita full", todo parece seda y algodón...

Dios te Bendice...

Selene Mota dijo...

Gracias mana por tu comentario, toda la gloria sea para Él. Ante Jesús todo es distinto, hay paz! Además, en Él tenemos la certeza de saber y sentirmos que somos más que vencedores!

Bendiciones mil para ti y los tuyos♥

Anónimo dijo...

Veraderamente ante jesus no hay nada ni nadie mas. esto me hacer recordar algo que me escribio una amiga una vez que decia: que los seres humanos tenemos un vacio del tamaño de Jesucristo crees que las cosas materiales del mundo lo podran llenar alguna vez?

P. Jorge Jara dijo...

Me alegra mucho de que te animes a compartir lo que Jesus va realizando en tu vida. Animo y sigue perseverando con el blog.

Selene Mota dijo...

Bendiciones a todos y mil gracias por sus comentarios que me dan tanto ánimo para seguir adelante con este blog.

Bien Cati, en cuanto a tu pregunta, pienso que las cosas materiales nunca podrán llenar a plenitud nuestro corazón, pues siempre habrá en nosotros un vacío, un desierto, una soledad que tan sólo podrá llenar Jesús.

Las cosas materiales nos dan una falsa sensación de sentirnos plenos, pero que ocurre si ya no las tenemos más? A donde se ha ido la "seguridad" que nos proporcionaban??

Es el amor de Dios y su Espíritu lo que hace que nos sintamos completamente plenos. Nosotros somos lo más valioso que Él ha creado. Solamente quien puede amarnos de esa manera puede satisfacer la sed de nuestras almas, de nuestras vidas y de nuestros corazones.

Le pido a Dios que te haga conocer cada mañana más del amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seas llena de toda la plenitud de Dios.

Bendición.

"Que el Señor te bendiga y te proteja... Que Él te mire con amor y te conceda la paz." Números 6, 24-26.