miércoles, 26 de mayo de 2010

Maranatha!


Cuanto quisiera yo, Amado mío,
estar a tus pies, atenta a tus palabras
de vida; no despegaría mi mirada de tu
rostro... escucharía con atención
cada una de tus verdades, tus
pies serían mi refugio...
Buscaría tocar tu manto, te pediría
que acaricies mi rostro, que pases
tus manos benditas sobre mi pelo...
Haría realidad uno de mis mayores sueños:
recostaría mi cabeza en tu regazo...
Me perdería en tu respirar, en los latidos
de mi corazón junto al tuyo...
guardaría en él cada uno de tus
gestos, de tus sonrisas...
Tu voz se pasearía por toda mi alma,
tus ojos penetrarían cada uno de mis
sentidos... tu dulzura me revestiría de ti...
Oh Amado mío! Cuan grande es mi deseo por ti!
Cuando Tú quieras... sabes que te espero...
Este cuerpo me pesa, yo quiero estar contigo!
Nada quiero de este mundo! Tómame!
Tú eres mi mayor anhelo, mi gran sueño...
Te amo, amor de mi vida, te amo, esperanza
de mi vida, te amo!

No hay comentarios:

Bendición.

"Que el Señor te bendiga y te proteja... Que Él te mire con amor y te conceda la paz." Números 6, 24-26.