viernes, 18 de noviembre de 2011

"Nadie pidió mi amistad"



El Rey mandó a anunciar que a las 3.00 p.m. se abrirían las puertas de Su palacio para todo aquel que quisiera pedirle lo que su corazón anhelaba. La fila era muy larga; conforme los pedidos, El daba (salud, prosperidad, reconocimientos, talentos, carismas, dones, unción, viajes, pareja, autoridad, etc.). Cuando todo acabó, los residentes del palacio advirtieron tristeza en el Rey, al preguntarle el por qué de su estado, El respondió: "nadie pidió mi amistad."

Bendición.

"Que el Señor te bendiga y te proteja... Que Él te mire con amor y te conceda la paz." Números 6, 24-26.